Todas las ambiciones son inútiles, porque te puedes esforzar toda tu vida tratando de conseguir el éxito, el poder, dinero, etc., y cuando mueres se lo lleva todo.
Mucha gente decide emigrar para "mejorar su situación actual", es decir, ambiciona tener lo que no tuvo, o ser lo que no es, pero en realidad lo que tiene es un complejo de inferioridad.
Este complejo de inferioridad creado en la mente de las personas, viene marcado desde la niñez, por los padres, la sociedad que te rodea, la educación, y arrasa con toda la naturalidad de los seres humanos, es decir, corrompen los cerebros humanos de una forma direccional.
Sé lo que eres y no lo que quieres o deseas ser, así debería ser nuestro comportamiento, lamentablemente vivimos en una sociedad competitiva en donde todos quieren ser más que los otros y no importa el precio que tengamos que pagar para conseguir esa tan deseada ambición egocéntrica.
Las personas sencillas viven más felices, son amigos fieles, no compiten, ayudan desinteresadamente a otras personas, son más amables y cariñosos, no van buscando la aprobación de los demás, ni protagonizando su presencia, simplemente son seres que disfrutan con lo que son, aceptan las circunstancias de la vida tal como son, y no como desearían que sea, y lo más importante, tienen su consciencia tranquila.
Si tienes complejo de inferioridad, tendrás dos caminos a elegir, el uno es la ambición, y el otro es de víctima; cualquiera de los dos caminos que elijas, no te dejarán ser lo que realmente eres, y la muerte te sorprenderá sin haber conseguido esos propósitos deseados, porque siempre querrás más.
Aceptando lo que eres, tienes todo lo que necesitas, porque no tienes que competir ni compararte con nadie.
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