Esta historia está basada en una de las muchas situaciones que puede pasar
cuando se termina una relación de pareja.
Una mujer recién divorciada, pasó el primer día bien triste empacando sus cosas en baúles y maletas y su mobiliario en grandes cajas.
El segundo día vinieron y recogieron sus pertenencias y muebles.
El tercer día se sentó en el suelo en el comedor vacío, puso música suave, dos velas, dos kilos de camarones, un plato de caviar y una botella de vino blanco frío hasta más no poder.
Cuando terminó de comer, desmontó todas las barras de las cortinas de cada cuarto, le quitó los tapones de los extremos y dentro le puso la mitad de los camarones y un buen poco de caviar y las colocó de nuevo con sus tapones de los extremos.
Cuando el marido regresó a la casa se mudó con nuevos muebles y con nueva novia.
Todo fue perfecto los primeros días.
Lentamente, la casa empezó a oler.
Trataron de todo, limpiaron, trapearon y airearon toda la casa.
Los ventiladores fueron revisados por si hubiera ratones muertos y las alfombras fueron lavadas.
En cada esquina se colgaron perfumadores de aire.
Se gastaron cientos de botes de spray de olor.
Hasta pagaron para cambiar todas las caras alfombras de la casa.
Nada funcionó.
Nadie volvió a visitarlos, los trabajadores se negaban a trabajar en la casa y hasta la sirvienta renunció.
Finalmente, el marido y la novia tuvieron que mudarse ya desesperados.
Todavía al mes no habían encontrado a quien venderle la hedionda casa.
Inclusive los vendedores se negaban a responder a sus llamadas.
Decidieron gastar muchísimo dinero comprando una nueva casa.
La ex esposa llamó al hombre para asuntos del divorcio y le preguntó cómo estaba.
Él le contestó que bien, que estaba vendiendo la casa pero sin decirle las verdaderas razones.
Ella lo escuchó con mucha calma y le dijo que ella extrañaba demasiado la casa y que ella hablaría con los abogados para arreglar los papeles con tal de conseguir la casa de nuevo.
Sabiendo que su ex esposa no tenía la menor idea del mal olor, él aceptó la negociación por una décima parte del precio real de la casa, con tal de que ella firmara ese mismo día.
Ella aceptó y en menos de una hora él le mandó los papeles para firmarlos.
Una semana más tarde el hombre y su novia se pararon en la puerta de la vieja casa con una sonrisa en los labios viendo como empacaban todos sus muebles y los metían en un camión camino a su nueva casa... ...incluyendo las barras de cortina.
La MUJER por naturaleza es más inteligente que el hombre, por el hecho de ser más intuitivas en su comportamiento, son sensibles, compasivas, sencillas, son capaces de sobrellevar cualquier problema que se les presente. Estas características que vienen dadas por naturaleza a la mujer, han sido arrebatadas desde tiempos inmemorables por los hombres con su característica principal que es "la fuerza bruta".
Esta transmisión del dominio por la fuerza, se ha convertido en algo habitual en muchas generaciones anteriores, la religión y la educación han sido los pilares para sostener la teoría de que el hombre es quién manda, por eso la mujer está considerada como sumisa, se han creado patrones de comportamiento desde cuando nacen, las enseñan desde pequeñas a decir que la mujer tiene que hacer lo que el hombre le mande, y si es varón le dicen que es él quién tiene el poder.
Actualmente se hace mucho eco en los medios de comunicación sobre la violencia machista, muchas mujeres salen a manifestarse cuando hay un asesinato de una mujer, con esas manifestaciones han conseguido formar asociaciones de mujeres maltradas. En algunos países han conseguido cierta igualdad de condiciones, con relación a los hombres, pero en muchos países, estas organizaciones están siendo utilizadas con fines políticos por los gobiernos de turno y por quienes quieren llegar a serlo, entonces deciden crear leyes en defensa de la mujer, pero dichas leyes son de castigo, es decir, después de que se haya cometido el delito; los políticos son los primeros machistas, deciden poner mujeres en sus partidos políticos tan sólo por aparentar que están de acuerdo en la igualdad de condiciones entre el hombre y la mujer, dicha aceptación es subjetiva, es meramente política, y los hechos lo demuestran, los salarios de las mujeres sigue siendo inferior que la de los hombres, la mujer sigue siendo vista como un objeto sexual, no tienen la misma libertad de expresión, siguen siendo consideradas como objetos, no como personas.
Las leyes no van a cambiar el comportamiento del hombre frente a la mujer mientras no exista una verdadera educación indiferenciada fuera del contexto de lo que es el hombre y la mujer en su estado natural.
Una mujer recién divorciada, pasó el primer día bien triste empacando sus cosas en baúles y maletas y su mobiliario en grandes cajas.
El segundo día vinieron y recogieron sus pertenencias y muebles.
El tercer día se sentó en el suelo en el comedor vacío, puso música suave, dos velas, dos kilos de camarones, un plato de caviar y una botella de vino blanco frío hasta más no poder.
Cuando terminó de comer, desmontó todas las barras de las cortinas de cada cuarto, le quitó los tapones de los extremos y dentro le puso la mitad de los camarones y un buen poco de caviar y las colocó de nuevo con sus tapones de los extremos.
Cuando el marido regresó a la casa se mudó con nuevos muebles y con nueva novia.
Todo fue perfecto los primeros días.
Lentamente, la casa empezó a oler.
Trataron de todo, limpiaron, trapearon y airearon toda la casa.
Los ventiladores fueron revisados por si hubiera ratones muertos y las alfombras fueron lavadas.
En cada esquina se colgaron perfumadores de aire.
Se gastaron cientos de botes de spray de olor.
Hasta pagaron para cambiar todas las caras alfombras de la casa.
Nada funcionó.
Nadie volvió a visitarlos, los trabajadores se negaban a trabajar en la casa y hasta la sirvienta renunció.
Finalmente, el marido y la novia tuvieron que mudarse ya desesperados.
Todavía al mes no habían encontrado a quien venderle la hedionda casa.
Inclusive los vendedores se negaban a responder a sus llamadas.
Decidieron gastar muchísimo dinero comprando una nueva casa.
La ex esposa llamó al hombre para asuntos del divorcio y le preguntó cómo estaba.
Él le contestó que bien, que estaba vendiendo la casa pero sin decirle las verdaderas razones.
Ella lo escuchó con mucha calma y le dijo que ella extrañaba demasiado la casa y que ella hablaría con los abogados para arreglar los papeles con tal de conseguir la casa de nuevo.
Sabiendo que su ex esposa no tenía la menor idea del mal olor, él aceptó la negociación por una décima parte del precio real de la casa, con tal de que ella firmara ese mismo día.
Ella aceptó y en menos de una hora él le mandó los papeles para firmarlos.
Una semana más tarde el hombre y su novia se pararon en la puerta de la vieja casa con una sonrisa en los labios viendo como empacaban todos sus muebles y los metían en un camión camino a su nueva casa... ...incluyendo las barras de cortina.
La MUJER por naturaleza es más inteligente que el hombre, por el hecho de ser más intuitivas en su comportamiento, son sensibles, compasivas, sencillas, son capaces de sobrellevar cualquier problema que se les presente. Estas características que vienen dadas por naturaleza a la mujer, han sido arrebatadas desde tiempos inmemorables por los hombres con su característica principal que es "la fuerza bruta".
Esta transmisión del dominio por la fuerza, se ha convertido en algo habitual en muchas generaciones anteriores, la religión y la educación han sido los pilares para sostener la teoría de que el hombre es quién manda, por eso la mujer está considerada como sumisa, se han creado patrones de comportamiento desde cuando nacen, las enseñan desde pequeñas a decir que la mujer tiene que hacer lo que el hombre le mande, y si es varón le dicen que es él quién tiene el poder.
Actualmente se hace mucho eco en los medios de comunicación sobre la violencia machista, muchas mujeres salen a manifestarse cuando hay un asesinato de una mujer, con esas manifestaciones han conseguido formar asociaciones de mujeres maltradas. En algunos países han conseguido cierta igualdad de condiciones, con relación a los hombres, pero en muchos países, estas organizaciones están siendo utilizadas con fines políticos por los gobiernos de turno y por quienes quieren llegar a serlo, entonces deciden crear leyes en defensa de la mujer, pero dichas leyes son de castigo, es decir, después de que se haya cometido el delito; los políticos son los primeros machistas, deciden poner mujeres en sus partidos políticos tan sólo por aparentar que están de acuerdo en la igualdad de condiciones entre el hombre y la mujer, dicha aceptación es subjetiva, es meramente política, y los hechos lo demuestran, los salarios de las mujeres sigue siendo inferior que la de los hombres, la mujer sigue siendo vista como un objeto sexual, no tienen la misma libertad de expresión, siguen siendo consideradas como objetos, no como personas.
Las leyes no van a cambiar el comportamiento del hombre frente a la mujer mientras no exista una verdadera educación indiferenciada fuera del contexto de lo que es el hombre y la mujer en su estado natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario